Batalla de la Sabana de San Pedro

batalla dentro de guerra de Santo Domingo o Restauración
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La batalla de la Sabana de San Pedro o la batalla de Sabana de la Vigía fue un enfrentamiento bélico de la Guerra de Santo Domingo o Restauración ocurrido el 23 de enero de 1864 durante el reinado de Isabel II de España. El ejército español al mando del Mariscal de Campo Antonio Abad Alfau impediría que el ejército Libertador Dominicano comandado por el General de División Gregorio Luperón penetrara por donde pasaba la línea de defensa que protegía la Ciudad de Santo Domingo.[1]

Batalla de la Sabana de San Pedro
Batalla de Sabana de la Vigía
Parte de la Guerra de la Restauración

Fecha 23 de enero de 1864
Lugar Bandera del Imperio español Sabana de San Pedro, San Pedro, Ozama, Provincia de Santo Domingo (actualmente República Dominicana)
Resultado Victoria española.
Beligerantes
Bandera del Imperio español Imperio Español Bandera de la República Dominicana Independentistas dominicanos
Comandantes
Bandera del Imperio español Antonio Abad Alfau y Bustamante
Bandera del Imperio español Ceferino Suero
Bandera de la República Dominicana Gregorio Luperón
Bandera de la República Dominicana José Antonio Salcedo
Bandera de la República Dominicana Antonio Caba
Bandera de la República Dominicana Florencio Hernández
Unidades militares
Ejército de Tierra Ejército Libertador Dominicano
Fuerzas en combate
Bandera del Imperio español Desconocidas Bandera de la República Dominicana Desconocidas
Bajas
Desconocidas Desconocidas

Cambio de táctica independentista

 
Ministro de Guerra y Marina del Gobierno de Santiago de los Caballeros, don Ramón Matías Mella.

Durante aquella ocasión los separatistas cambiarían la dirección habitual de los combates anteriores debido a que el General de División Luperón había desobedecido la prohibición de librar batallas en campo abierto, lejos de los montes y bosques que podían proteger a los insurrectos dada en octubre de 1863 por el ministro de Guerra y Marina del Gobierno insurrecto con sede en Santiago de los Caballeros, Ramón Matías Mella, que afirmaba que no se debía pelear en combates frontales, por ser los españoles generalmente superiores en número, tener mejor armamento y mayor disciplina.[1]

La Batalla

 
El General don Juan Suero, apodado el Cid Negro por los peninsulares.

El 23 de enero de 1864 en la Sabana de San Pedro cerca de Guanuma empezaría el enfrentamiento entre el ejército real de tierra y los insurrectos independentistas que tratarían de penetrar por donde pasaba la línea de defensa con la que los españoles protegían la Ciudad de Santo Domingo.

La decisión de librar batallas en campo abierto tomada por el que se encontraba siendo el segundo jefe del ejército Libertador Dominicano se convertiría en un grave fracaso para los separatistas; el General Luperón librando un combate cuerpo a cuerpo fue derribado, herido de tres sablazos, su camiseta fue desgarrada completamente y prácticamente esperando el golpe final aparecería un soldado inseparable de su comandante oriundo de Compostela de Azua que logró agarrar la mula del General insurrecto por el freno y el General Antonio Caba junto con otros soldados al ver la situación desesperante de su jefe que se encontraba rodeado por la caballería española al mando del General Suero acudieron urgentemente en su ayuda para salvarle, entre los que se encontraban el comandante de artillería Pedro Royer, Antonio Estrella y el Coronel Florencio Hernández.[2]​ La situación del General Luperón era tan desesperante que le gritó al comandante Royer: “Dispárale el cañón aunque me mate”. El disparo mataría varios soldados españoles, y el General Luperón a todo galope montado al pelo en su mula pasó entre la caballería española que no podía creer lo que veía y aunque el comandante independentista se salvara no correrían con la misma suerte el Coronel Florencio Hernández que terminaría muriendo al igual que el General Antonio Caba mientras se aferraba valientemente a las bayonetas de los cazadores del Batallón de la Reina hasta que no pudo más.[3][4]​ Los separatista derrotados se retirarían abandonado la pretensión de ir a la Ciudad de Santo Domingo.

Consecuencias

El 26 de enero de 1864 Mella reiteró las instrucciones que había impartido en el sentido de utilizar como forma de combate los métodos de la guerra de guerrillas, y no los de las batallas campales propias de los ejércitos regulares. En las siguientes ocasiones Luperón obedecería y ayudado por Marcos Evangelista Adón desde su campamento en lo que es actualmente La Victoria emprendió una guerra de guerrillas en la zona comprendida entre Monte Plata, Guanuma y Bayaguana, atacando los convoyes españoles que iban a llevar municiones, alimentos y refuerzos a las tropas acampadas allí.[1]

Referencia

  1. a b c Jaime Domínguez (6 de agosto de 2016). «Dos maneras de combatir en la Guerra Restauradora». 
  2. Mario Julio Jáquez Torres (24 de enero de 2015). «CABA, UN APELLIDO DE QUISQUEYANOS VALIENTES (3 de 3)». 
  3. Frank Viñals (30 de septiembre de 2015). «Las Campañas Restauradoras del Este y Sur». 
  4. «Edición Conmemorativa 150 años del triunfo de la Guerra Restauradora, 1865-2015». 2015.