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Diferencia entre revisiones de «Revuelta de los Basmachí»

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=== Los “Westerns Rojos” sobre la Revuelta Basmachí ===
=== Los “Westerns Rojos” sobre la Revuelta Basmachí ===
La rebelión fue un popular tema en los [[Westerns Rojos]], y fue el tema central de los argumentos de las películas ''[[Sol blanco del desierto]]'' (Белое Солнце Пустыни), ''[[La séptima bala]]'' (Седьмая Пуля) y ''[[Telojranítel]]'' (Телохранитель - ''El guardaespaldas'').
La rebelión fue un popular tema en los ''[[Easterns Rojos]]'', y fue el tema central de los argumentos de las películas ''[[Sol blanco del desierto]]'' (Белое Солнце Пустыни), ''[[La séptima bala]]'' (Седьмая Пуля) y ''[[Telojranítel]]'' (Телохранитель - ''El guardaespaldas'').


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 19:57 30 ene 2016

Revuelta de los Basmachí
Revuelta de Basmachí
Parte de Guerra civil rusa
Fecha 1916-1934
Lugar Asia Central
Casus belli Revuelta Pan-Islámica
Resultado Victoria soviética
Beligerantes
1916-1917:
Bandera de Rusia Imperio ruso

1917-1922:
Rusa soviética
República Soviética Socialista de Jorezm
República Popular Soviética de Bujará


1922-1934:
Bandera de la Unión Soviética Unión Soviética
Rebeldes Basmachí

Emirato de Bujará
Jiva


1929:
Bandera de Afganistán Reino de Afganistán
Comandantes
Mijaíl Frunze
Magaza Masanchi
Fayzulló Xojáyev
Enver Pasha
Irgash Bay
Madamin Bay
Junaid Khan
Mohammed Alim Khan
Bandera de Afganistán Habibullāh Kalakāni
Fuerzas en combate
120.000-160.000 (1920-1923)[1] Más de 20.000, quizás 30.000 en su clímax (fines de 1919)[2][3]
Decenas de miles de civiles muertos[4]

La Revuelta de los Basmachí (en ruso Восстание басмачей) o Basmáchestvo (Басмачество) fue un levantamiento ocurrido en la región del Turquestán contra el control del Imperio Ruso y luego contra el dominio de la Rusia Soviética afectando amplias zonas en Asia Central.

El movimiento empezó en 1916 durante la Primera Guerra Mundial como una revuelta contra los funcionarios militares rusos, y desembocó en una larga guerra contra el control de las autoridades soviéticas, aprovechando el desorden causado por la Revolución de Octubre y luego por la Guerra Civil Rusa.

El Movimiento Basmachí

Las fuentes soviéticas retrataron a los sublevados como un movimiento de tradicionalistas islámicos, mezclados con delincuentes comunes y agitadores de masas, tanto como de radicales islámicos. Se les llamó a los primeros rebeldes “Basmachí” o “bandoleros”, en un deliberado sentido peyorativo, autodenominándose los mismos sublevados como Muyahidín.

Otros historiadores afirman que muchos basmachi eran simples campesinos y nómadas típicos del Turquestán que se oponían al imperialismo cultural de la Rusia zarista, y que luego siguieron su revuelta contra la dura política antirreligiosa de las autoridades soviéticas y las incautaciones de comida y víveres exigidas por el nuevo régimen. Ello sería un importante componente de la base rebelde, teniendo en cuenta que las autoridades soviéticas continuaron política del régimen zarista en cuanto a mantener el Asia Central bajo firme control político de Moscú, pese a que la korenización patrocinada por las autoridades soviéticas buscaba eliminar la desconfianza nativa y mostrarse como contraparte de la temida rusificación. No obstante, las autoridades de la URSS combatieron la revuelta advirtiendo que el islamismo tradicional y el Pan-Turanismo eran dos importantes componentes del movimiento, aunque delincuentes comunes estuviesen presentes.

Desarrollo

Contra el Imperio Ruso, 1916

La rebelión se inició en verano de 1916, cuando el gobierno del Imperio Ruso, urgido de tropas por causa de la Primera Guerra Mundial finalizó la exención del servicio militar en favor de los súbditos musulmanes del Imperio. Bajo estas circunstancias, en el Asia Central estalan una serie de motines locales por parte de reclutas que rehusan integrarse al ejército imperial, pero los motines se tornan en una revuelta general contra el dominio ruso. La confiscación de las tierras de pastos por parte de las autoridades zaristas, había creado animosidad entre la población local desde fines del siglo XIX, siendo que las dificultades político-militares de Rusia durante la contienda impedían ejecutar una represión pronta de las revueltas. La sublevación de uzbecos y tayikos, desembocó en una serie de choques y en una brutal escala de masacres llevadas a cabo por ambas partes entre 1916 y 1917, utilizando los rebeldes algunas bandas armadas y no grandes ejércitos.

Primera fase de la Revuelta Basmachí, 1918-1920

Mohammed Alim Khan (1880-1944), último emir de Bujará. Foto tomada por Prokudin-Gorski in 1911.

Después de la Revolución de Octubre adquirieron relevancia algunos líderes locales como Faizullah Khojaev, aliado de la Rusia Soviética y asesorado por el Ejército Rojo en la captura del Bujará y el Kanato de Jiva; por el contrario, otros líderes como el antiguo Emir de Bujará, Mohammed Alim Khan, se unieron al movimiento contra los rusos; el mismo Emir se unió a la sublevación con dos de sus generales, reclutando una milicia de alrededor de 30.000 hombres y desafiando a las autoridades soviéticas en Asia Central. En el verano de 1920, los Basmachí ganaron respaldo popular en la mayor parte de el Valle de Ferganá un tradicional bastión del Islam conservador, revocando las medidas impuestas allí por las autoridades soviéticas como el reparto de tierras y el fin de la autoridad pólítica del clero musulmán.

Los Basmachí se extendieron y multiplicaron pronto a lo largo de la mayor parte del Turquestán. La mayor parte del Turquestán en esa época, irónicamente, no estaba bajo la Rusia Soviética contra los que los Basmachí se estaban revelando, sino bajo otros regímenes como la República Soviética Socialista de Jorezm y República Popular Soviética de Bujará, aunque estos regímenes eran aliados de la Rusia Soviética.

Las fuerzas del Ejército Rojo habían vencido ya en 1920 a las principales tropas del Ejército Blanco en la Guerra Civil Rusa y las autoridades soviéticas no habían tenido ocasión de ocuparse en profundidad de la revuelta basmachi, pero al cesar la "amenaza contrarrevolucionaria", el Soviet Supremo de Rusia liderado por Lenin y Trotski se dispone a imponer el control soviéticos sobre el Asia Central rusa. Siendo preciso ganar adeptos entre la población local, las fuerzas soviéticas incluyen reclutas tártaros y algunos centroasiáticos, reforzados por fuerzas veteranas de la guerra civil y por aviación militar (de la cual carecían los rebeldes).

Hay que recalcar que a diferencia del anti-bolchevique Ejército Blanco, los basmachí no tuvieron apoyo de los Aliados de la Primera Guerra Mundial, y no recibieron ninguna ayuda exterior. Al contrario, los vencedores en la Primera guerra mundial vieron a los basmachí como potenciales enemigos debido a la ideología panturquista o Pan-Islamista de algunos de sus líderes, que ambicionaron formar un levantamiento masivo no sólo de los pueblos sometidos al Imperio Ruso sino extenderlo a pueblos asiáticos seguidores del Islam pero bajo dominación de británicos o franceses. Sin embargo, algunos grupos basmachí menos radicales recibieron apoyo de los servicios de inteligencia de Gran Bretaña y de Turquía con el fin de distraer (y probar) la fuerza militar del Ejército Rojo. Con el objeto de demostrar esta ayuda exterior, destacamentos especiales del Ejército Rojo se disfrazaron y aparentaron ser fuerzas Basmachí, teniendo éxito en la interceptación de esas provisiones.

A principio de 1920, la revuelta Basmachí se extendió tanto que el gobierno soviético se dio cuenta el riesgo de perder todo su territorio del antiguo Turquestán Ruso, por lo cual se adoptaron medidas persuasivas junto con la simple represión. Sin embargo, las luchas internas dentro de los Basmachí, divididos en muchas facciones y caudillos locales, los hicieron más débiles en comparación con los aparatos políticos soviéticos, dotados de metas comunes y sujetos a un mando único, además de poseer mayor poder militar. El gobierno de la Rusia Bolchevique hizo concesiones al sentimiento nacional con objeto de reprimir las objeciones turquestanas a ser una parte política de la Unión Soviética. Las medidas conciliadoras incluyeron entregas de comida, exención de impuestos, promesas de reforma agraria, la retirada de políticas anti-islámicas lanzadas durante la Guerra Civil Rusa y la promesa de finalizar los controles agrícolas y las requisas de cosechas. La divisón entre los rebeldes, la superioridad bélica soviética, y las políticas conciliadoras de los bolcheviques, disminuyeron notablemente el atractivo del movimiento basmachí y ello permitió al Ejército Rojo derrotar a los basmachí recalcitrantes liderados por el antiguo Emir de Bujará, que debió huir a Afganistán.

La Segunda Fase de la Revuelta Basmachí, 1921-1923

Enver Pasha.

En noviembre de 1921, el general turco Enver Pasha, ex ministro de defensa del Imperio Otomano, llegó a la región como agente militar del gobierno soviético con la tarea de conciliar las partes enfrentadas y aplacar la rebelión usando la fuerza en caso necesario. Pero en vez de ello, Enver Pasha se unió a los líderes basmachí y se rebeló contra sus antiguos aliados, los soviéticos, adoptando los ideales del panturquismo y el panislamismo, con el objetivo de crear un único estado islámico en Asia Central, basado en los pueblos de etnia turca presentes en la zona.

Enver Pasha se las arregló para transformar a los desunidos milicianos basmachí en un ejército profesional de 16.000 hombres y tuvo éxito en sus esfuerzos pues a principios de 1922, una considerable parte de la República Popular Soviética de Bujará estaba bajo el control de los basmachí. Nuevamente las autoridades soviéticas decidieron adoptar una doble estrategia para aplastar la rebelión: reconciliación política y económica con la creación de una milicia voluntaria compuesta por campesinos musulmanes locales llamada “Los Palos Rojos”, y la implicación de soldados regulares musulmanes de cultura no turca en la lucha contra los basmachí.

Como antes, la estrategia soviética fue exitosa, aunque en mayo de 1922, Enver Pasha rechazó la oferta de paz ofrecida y emitió un ultimátum exigiendo a las tropas del Ejército Rojo la retirada del Turquestán en el término de quince días. No obstante, para esa fecha la recién creada Unión Soviética ya estaba preparada para la confrontación militar.

En junio de 1922, las unidades soviéticas lideradas por el general Kakurin, derrotaron a las fuerzas basmachí en la batalla de Kafrun, donde Enver Pasha sufrió su mayor derrota en la campaña, pérdiendo soldados y material de guerra que era muy difícil de recuperar; para colmo, la creciente vanidad de Enver Pasha (que empezaba a firmar proclamas como "Emir de Turquestán") le hizo perder simpatías entre la aristocracia musulmana, su aliada natural, que rehusaba dar tal tratamiento a un general extranjero. La insistencia de Enver Pasha en reforzar la finalidad "panturquista" del movimiento también le hizo perder apoyo del reino de Afganistán y del Emirato de Bujará, con quien rompió relaciones prontamente al no tener interés alguno en patrocinar una revuelta "panturquista" que amenazaba sus intereses.

El Ejército Rojo, liderado ahorta pór el talentoso general Mijaíl Frunze empezó a conducir a los rebeldes basmachi hacia el Este, y retomó la mayoría de los pueblos y aldeas capturadas previamente por los basmachí. El propio Enver Pasha fue muerto cuando tropas soviéticas tomaron por asalto su campamento el 4 de agosto de 1922, cerca de Baldzhuan en el Turquestán (hoy en día, Tayikistán). Tras la muerte de Enver, los pocos oficiales turcos que le secundaban no pudieron mantener la cohesión de sus recién formadas tropas, que volvieron a sus faccionalismos y divisiones, y pronto los soviéticos se adueñaron de casi todo el territorio aún bajo control basmachí destruyendo a las pártidas de rebeldes que insistían en resistir. Para entonces los campesinos de la región estaba desilusionados de la lucha que duraba ya casi seis años y veían pocos motivos para continuar la sublevación debido a que el gobierno soviético estaba reconociendo derechos culturales a sus minorías, además de haber destruido el poder de la aristocracia y las élites religiosas, lo cual ganó a la URSS el favor de las masas campesinas.

La devastación económica causada por seis años de guerras continuas motivó que la mayor parte de la población del Turquestán aceptara al nuevo régimen soviético, privando a los jefes basmachi de nuevos reclutas. Ante ello, la sublevación debió nutrir sus filas con aventureros y bandoleros, lo cual redujo aún más su popularidad y facilitó el trabajo de propaganda del régimen soviético. De todos modos, estas partidas de guerreros improvisados no eran enemigo para un Ejército Rojo ya bastante disciplinado y con experiencia en combate, siendo vencidos los rebeldes en una serie indetenible de derrotas desde 1923. Otro comandante basmachí, Selim Pasha, continuó con la lucha pero finalmente huyó a Afganistán en 1923 tras ser vencido por las fuerzas de Frunze; sus milicias se disolvieron prontamente y varios de sus viejos aliados aceptaron posiciones gubernativas ofrecidas por la URSS.

Operaciones Intermitentes de los Basmachí, y la derrota de la revuelta, 1923-1931

Archivo:Frunze-mikhail.jpg
Mijaíl Frunze, el líder bolchevique que aplastó la revuelta.

Otros Basmachí se retiraron de nuevo al Valle de Ferganá (1923-1924), y fueron dirigidos por Sher Muhammad Bek (Kurshermat). La inteligencia británica informó (de acuerdo con[5]​) Sher Mohammed tenía una fuerza de 5.000-6.000 hombres. Además unos miles de basmachi de Ferganá gradualmente se volvieron simplemente bandoleros que aterrorizaron el campo (según el mismo informe británico) y fueron muertos por las tropas soviéticas pero, para efectos prácticos la revuelta había culminado por completo en 1924.

Después de perder a sus mejores comandantes y muchos hombres, el movimiento Basmachí fue destruido como fuerza política y militar, y pocos de los que permanecían rebeldes decidieron esconderse en las montañas e iniciar una guerra de guerrillas que consistieron en actos terroristas, toma de rehenes, sabotajes, extorsión y brutales incursiones. Esta clase de operaciones y las medidas conciliadoras tomadas por el gobierno soviético causó perdida de apoyo de la población local, que empezó a ver a los Basmachí simplemente como elementos criminales.

La revuelta Basmachí ya había cesado en 1926. sin embargo, algunas escaramuzas y ocasionales enfrentamientos continuaron hasta 1931 por veteranos basmachi opuestos a la colectivización de la tierra ordenada por Stalin. Precisamente en 1931 los soviéticos capturaron al líder basmachí Ibrahim Beg y le ejecutaron junto con sus seguidores. Partidas de guerrillas continuaron atacando esporádicamente puestos militares soviéticos a inicios de la década de 1930 hasta que dichos guerrilleros fueron exterminados violentamente por destacamentos especiales de la NKVD durante los años de Stalin. En el área que hoy en día es Kirguistán, los últimos reductos de los basmachí fueron destruidos en 1934.

Consecuencias

Bandera de la RSS de Uzbekistán.

Tras 1923 los líderes locales comienzan a cooperar con las autoridades soviéticas y en un gran número de asiáticos centrales se afilian al Partido Comunista, muchos de ellos alcanzando altas posiciones del gobierno de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, república establecida en 1924 que incluye lo que hoy en día es Uzbekistán y Tayikistán. Una vez ya afianzada la URSS tras los triunfos de 1922, el Islam se convirtió en un punto focal de las direcciones antirreligiosas de las nuevas autoridades comunistas. El gobierno soviético clausuró entonces muchas mezquitas, y las escuelas religiosas se convirtieron en museos antirreligiosos. Los uzbekos que permanecieron practicando el Islam fueron tomados como nacionalistas y a menudo objeto de encarcelamiento o ejecución. Por el lado positivo, ocurrió la emancipación de la mujer, la industrialización, un alto nivel de vida y la virtual eliminación del analfabetismo, incluso en las áreas rurales. Solo una pequeña proporción de la población era alfabeta antes de 1917, y este porcentaje se incrementó hasta casi el 100 por ciento bajo los soviets.

Los “Westerns Rojos” sobre la Revuelta Basmachí

La rebelión fue un popular tema en los Easterns Rojos, y fue el tema central de los argumentos de las películas Sol blanco del desierto (Белое Солнце Пустыни), La séptima bala (Седьмая Пуля) y Telojranítel (Телохранитель - El guardaespaldas).

Referencias

  1. Michael Rywkin (1990). Moscow's Muslim Challenge: Soviet Central Asia. M.E. Sharpe, ISBN 9780873326148 pág. 35
  2. Bohdan Nahaylo & Victor Swoboda (1990). Soviet Disunion: A History of the Nationalities Problem in the USSR. Simon and Schuster, ISBN 9780029224014, pág. 40
  3. Mijaíl Jvostov (1997). The Russian Civil War (2): White Armies. Warren; Wellingborough: Osprey Publishing, ISBN 978-1-85532-656-9, pág. 46
  4. McCray, Thomas R. & Charles F. Gritzner (2004). Uzbekistan. Infobase Publishing, ISBN 9781438105512, pág. 30
  5. Yılmaz Şuhnaz, “Un Guerrero Otomano en el Exterior: Enver Pasha como un Expatriado,”Middle Eastern Studies 35, no. 4 (1999), pp. 47-30

Bibliografía

  • Х. Турсунов: Восстание 1916 Года в Средней Азии и Казахстане. Таshkent (1962)
  • Б.В. Лунин: Басмачество Tashkent (1984)
  • Яков Нальский: В горах Восточной Бухары. (Повесть по воспоминаниям сотрудников КГБ) Dushanbe (1984)
  • Alexander Marshall: "Turkfront: Frunze and the Development of Soviet Counter-insurgency in Central Asia" in Tom Everett-Heath (Ed.) "Central Asia. Aspects of Transition", RoutledgeCurzon, London, 2003; ISBN 0-7007-0956-8 (cloth) ISBN 0-7007-0957-6 (pbk.)
  • Fazal-ur-Rahim Khan Marwat: The Basmachi movement in Soviet Central Asia: A study in political development., Peshawar, Emjay Books International (1985)
  • Marco Buttino: "Ethnicité et politique dans la guerre civile: à propos du 'basmačestvo' au Fergana", Cahiers du monde russe et sovietique, Vol. 38, No. 1-2, (1997)
  • Marie Broxup: The Basmachi. Central Asian Survey, Vol. 2 (1983), No. 1, pp. 57-81.
  • Mustafa Chokay: "The Basmachi Movement in Turkestan", The Asiatic Review Vol. XXIV (1928)
  • Sir Olaf Caroe: Soviet Empire: The Turks of Central Asia and Stalinism 2nd ed., Londres, Macmillan (1967) ISBN 0-312-74795-0
  • Glenda Fraser: "Basmachi (parts I and II)", Central Asian Survey, Vol. 6 (1987), No. 1, pp. 1-73, and No.2, pp. 7-42.
  • Baymirza Hayit: Basmatschi. Nationaler Kampf Turkestans in den Jahren 1917 bis 1934. Colonia, Dreisam-Verlag (1993)
  • M. Holdsworth: "Soviet Central Asia, 1917-1940", Soviet Studies, Vol. 3 (1952), No. 3, pp. 258-277.
  • Martha B. Olcott: "The Basmachi or Freemen's Revolt in Turkestan 1918-24", Soviet Studies, Vol. 33 (1981), No. 3, pp. 352-369.

Enlaces externos